sábado, 17 de octubre de 2009

La mano derecha

La esposa que maneja las finanzas en la casa. La compra, los recibos y el colegio de los niños.
La secretaria que controla el horario de su jefe, quien llama y quien no, quien entra y quien sale, a qué hora y donde. Cuándo. Cómo.
La animadora del partido "hurra por nuestros compañeros, todos venís, pero no todos venís a verlos".
Enfermera en tiempos de guerra. Curas, vendajes, inyecciones, antibióticos, analgésicos... una mano que agarre fuerte la tuya mientras mueres.
La niñera, la mano que mece la cuna, biberones, un chupete cuando no pueden dormir, la cara que recordarán siempre que necesiten consuelo. La mano que mece la cuna es la mano que dominará el mundo.
La costurera, manos rápidas y letales, sí, de punta en blanco para la fiesta, y en sus manos queda el último retoque. La novia se casa. La ex novia quiere estar perfecta. Cose costurera, remiéndame.

Yo, por ahora, quiero ser la segunda de a bordo. Quiero ser la concubina favorita del emperador.
Quiero ser la primera esposa en el harén.
La primera de las diosas que conquistó a Zeus.
Quiero ser la hija mayor, la primogénita.
Quiero ser la favorita del rey.
La discípula aventajada del maestro.

Quiero gozar de eso que otros no saben disfrutar en todo su esplendor. El favor que te otorga un líder. El privilegio justo que exige lealtad a cambio de poder reflejo sin responsabilidades.
Y yo soy la más fiel de todas esas perras.